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Para navidad de 2006, Bavaria decoró el Parque de la 93 en Bogotá e instaló un show de agua y luces que se podía apreciar durante 15 minutos, cada hora desde las 7:00 p.m.
Comentarios y textos sobre diversos temas... Solo pensar y decidirse a escribir! Será así de fácil?
Para navidad de 2006, Bavaria decoró el Parque de la 93 en Bogotá e instaló un show de agua y luces que se podía apreciar durante 15 minutos, cada hora desde las 7:00 p.m.
Ya hace cinco años que estábamos todos en un estado que no podríamos definir, un estado entre aterrados, sorprendidos, tristes, ofendidos, impactados, asustados, incrédulos, humillados o desafiados, un lustro en el que hemos visto cientos de veces, desde diversos águlos, en diferentes contextos, con muchas reacciones distintas, las cinematográficas escenas, en toma única, que pusieron en jaque la mayor potencia mundial, un tiempo en el que noticias desde Madrid o Londres nos han hecho revivir de nuevo esos días y esos sentimientos.
Hoy, viendo nuevamente esas escenas, acompañadas por las celebraciones de duelo y conmemoración, las que comparan el antes, y el después; el ayer, el hoy y el mañana de la llamada "zona cero", me he dado cuenta de algo que no esperaba, de algo que pensaba que era exclusivo, en mi, para los momentos en que esos sentimientos que se despertaron hace un lustro por los hechos del WTC se han despertado por las tomas, secuestros, atentados, homicidios, robos, ataques y cualquier otra cantidad de hechos en contra de la población colombiana, me di cuenta que esos sentimientos que uno llama "dolor de patria" y que yo simplemente expreso como "me duele Colombia" pueden ser más amplios, o más grandes, o cubrir más terrenos; que no solo lo que ha pasado en Colombia me produce esos estados difíciles de definir. Descubrí que si abrimos los ojos un poco más nos daremos cuenta que en un día como hoy se repite el sentimiento de "dolor de Colombia", pero en un contexto mayor.
Para mí, en un día como hoy me entra una gran preocupación al pensar en el futuro de nuestros hijos y sólo puedo decir que me duele lo que pasa, que me duele la guerra, la intolerancia y la falta de sentimiento humano, que me duele la agresividad, la indiferencia y la falta de hermandad, que me duele el ser humano, que me duele mi tierra, no sólo la que me vio nacer sino aquella que gira al rededor del sol y en la que respiran más de 6 mil millones de almas... hoy, como hace 5 años, nuevamente descubrí que tambien me duele el mundo.
JA
Como todos sabemos, las desigualdades sociales tienen un origen político y profundamente económico que va más allá de las desigualdades de género. La pobreza y sus secuelas o la discriminación social no se andan fijando en sexos y edades, aunque manifiesten matices diferentes. La fuerza que acompañó al machismo en su arraigo centenario está llegando a su fin. Es sumamente significativo cómo en los últimos años se ha disparado el acceso de la mujer a los centros de enseñanza, las universidades y las altas esferas de las empresas. Sin proponérselo como un fin, el capital en la época de la globalización está abriendo puertas insospechadas, entre ellas las oportunidades para una igualdad de géneros como nunca antes se había conocido, mientras los músculos se han devaluado, la inteligencia y educación alcanzan hoy los mejores precios del mercado.
Hasta hace pocos años se hablaba genéricamente de "el hombre" para referirse a la población humana y de "los niños" refiriéndose a los humanos de menor edad. Después se dio un gran paso al diferenciar entre niños y niñas, por cuanto el colectivo término “niños”, al igual que el de “hombre”, heredados de una sociedad machista, discriminatoria de los derechos femeninos, no debería representar ambos sexos. Así durante algún tiempo nos fuimos acostumbrando a leer en los textos: los niños y las niñas; los ancianos y las ancianas; las doctoras y los doctores; los periodistas y las periodistas, los jóvenes y las jóvenes, el Presidente y la Presidente. Posteriormente, y tal vez atribuible al mayor espacio que requerían los editores y las editoras para hacer su trabajo, se optó por resumir con paréntesis y guiones, encontrando cosas como los (as) niños (as); los (as) ancianos (as); los-as doctores-as; los-as periodistas, los (as) jóvenes, el (la) Presidente...
Si el idioma no es el factor determinante en el asunto de las injusticias y desigualdades sociales o de género, ¿porqué actuar con la ley del mínimo esfuerzo y optar por meternos en gratuitos y voluntarios obstáculos lingüísticos? ¿por qué pasar a adoptar esos adefesios de l@s niñ@s, l@s ancian@s, l@s doctor@s, y siguiendo el mismo esquema, entonces l@s periodist@s, l@s jóven@s o l@s president@s que golpean nuestra vista y hasta nuestra inteligencia?
No se, pero creo que hay cosas más importantes que generalizar o diferenciar y es el mensaje que se quiere transmitir: qué importa como escribamos que en nuestro pais anualmente son maltratados miles de niños o que nuestros (as) ancianos (as) no tengan seguridad social o que hemos sido nosotr@s mism@s l@s que elegimos a nuestr@s president@s, gobernador@s, concejal@s, diputad@s y senador@s, si no hacemos nada para corregirlo?
Mientras pensamos que hacer, dejemos que nuestra propia inteligencia nos ayude a entender que el español tiene una inmensa cantidad de palabras que permiten decir claramente lo que queramos; que, a diferencia de otros, no es un idioma neutro (Se imaginan en inglés Th@ Childr@n?); que los textos se entienden más clramente si se contextualizan; que 27 caracteres, tilde y diéresis son suficientes como para agregar uno más, que de tanto estrellarnos con el quedamos con la cabeza como un turbante.
@
Una fotografía con las palomas?
Será que algo para el calor nos ayuda a los dos?
Gracias a Dios puedo vender minuticos... te debo una vela y una oración.
A ver?... quién está mal parqueado?
Fotografías © 2006 - Julian Albornoz T.
Hace 200 años estaba en construcción una de las más importantes iglesias de la ciudad de Cali: la iglesia de San Francisco, la que guarda en su interior, además de su exquisita arquitectura, muchas piezas de arte que comumente pasan desapercibidas y que decoran pricipalmente los cielorrasos de tan magna obra.
Esto es lo que normalmente vemos en el interior de la iglesia:
Pero esto es lo que vemos si, estando dentro de la Iglesia de San Francisco, levantamos la mirada al cielo...
Aquí hay un brevísimo recorrido fotográfico por algunos aspectos relacionados con las "silletas" y los "silleteros", pero nada hay comparable, en realidad, a tener esta experiencia en vivo y en directo, sintiendo el aroma de las flores y escuchando como el pueblo paisa, con toda su amabilidad y calidez, hace que estos días sean inolvidables para todos los visitantes.
"Cuando pasa un Silletero es Antioquia la que pasa"
Con esta frase se carcteriza la Feria de las Flores y está grabada en un monumento que, en homenaje a los silleteros, se encuentra en la plaza de Santa Elena, lugar en donde se elaboran las silletas y del que proviene la mayoría de los silleteros.
Llegando a Santa Elena se ve como los campesinos de la región viven en su día a día lo que se ve en el desfile de silleteros en cada Agosto en Medellín.
Las Silletas son armadas sobre unas grandes estructuras de madera cubiertas por follaje. Una silleta monumental puede llegar a pesar hasta 80 o 100 Kilos.
Desde varios días atrás se seleccionan las mejores flores de la región para la elaboración de las silletas, llenando de formas y colores cada una de estas obras de arte que recorren las principales vías de Medellín y que en los últimos años han podido se admirada en otras capitales de Colombia y en ciudades del exterior como New York y Londres.
En muchos casos es necesario seleccionar y pintar pequeñas flores para poder relizar elaborados diseños, principalmente en las silletas comerciales o publicitarias, que son aquellas que llevan los logos de compañías que patrocinan el evento.
Las Silletas tradicionales fueron las que dieron origen a la tradición y representan la forma como los campesinos llevaban las flores al mercado. Son las primeras que aparecen en el desfile y en ellas participan muchas mujeres y hombres de edad avanzada, que han sido silleteros desde hace muchos años y que heredan esta tradición a sus descendientes.
Los niños forman una parte muy importante de esta tradición, son ellos quienes le darán continuidad. Para ellos también hay una categoría especial.Una Silleta Monumental es la mayor representación artística, puesto que reune en una sola silleta, de manera armoniosa y estética, una gran variedad de flores y colores, además de ser muy grandes y pesadas. Para ellas hay una categoría especial dentro del desfile.
Nadie quiere perderse ningún detalle del desfile, aunque sea bajo el radiante sol que generalmente acompaña a los silleteros, por eso no importa agregar algún accesorio al hábito... finalmente el hábito no hace la monja...
Un Agradecimiento muy especial a Juan Carlos Bohorquez y su familia por su hospitalidad y colaboración para poder vivir de cerca esta experiencia, les quedaré eternamente agradecido.