domingo, agosto 20, 2006

Vé!... Sin tetas no hay paraíso... oísss? (o)(o)

Antes que nada quiero aclarar el infinito cariño y agradecimiento que profeso a la ciudad de Cali, donde no sólo he vivido por más de 15 años, sino que además es donde me hice profesional, he conocido la mayoría de mis amigos y está mi familia y mi trabajo, luego no hay nada en contra de la ciudad, a pesar que no esté pasando precisamente por uno de sus mejores momentos.
La idea de este blog surgió el pasado viernes en la noche, después de comer algo en Pallmeto Plaza, un centro comercial del sur, que se ha convertido en uno de los lugares mas visitados en las noches del fin de semana y donde pareciera que la mitad de las personas van, literalmente, a mostrarse (en unas pintas que dan para tema de otro blog) y la otra mitad – me incluyo – a mirarlas en alguna especie de ritual repetitivo y hasta divertido, en el que hay un flujo constante de personas en una ruta circular, viendo vitrinas de almacenes cerrados por un lado y la gente que se toma algunas cervezas por el otro, en medio un de potpurrí de música no identificable que es alimentado por los parlantes de los diferentes Kioscos o bares de la plazoleta central.
Pues bien, como parte de este “ritual” no puede uno dejar de ver algunas mujeres… que digo algunas, muchas mujeres que han sucumbido al paradigma del 34B y a la tentación de la publicidad y el bisturí, que se pavonean orgullosas “apuntando” al frente, con la cabeza en alto (y otras partes del cuerpo), en una actitud de absoluta indiferencia al resto de la humanidad, como sacadas de “el principito”, siendo las reinas de su propio mundo sin gravedad, tantas que ya es preocupante el pensar que lo natural está en vía de extinción y que cada vez es más difícil de encontrar.
Para nadie es un secreto que Cali no solo es la capital de la salsa, sino que se ha convertido en el centro más importante, del hemisferio occidental, en lo que se refiere a cirugía estética en todas sus modalidades, pero tal es el arraigo que esta idea ha tenido en la población general, que se están creando hasta juguetes artesanales, que hasta hace poco se caracterizaban por su ternura y que van a llegar a las manos de nuestras niñas, con características que desde su más tierna infancia les pueden hacer creer lo que tanto se escucha últimamente y es que “sin tetas, no hay paraíso”.
(o)(o)

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